El universo en la escala de una moneda.
He de dejar pasar las horas.
Sentirás la ausencia
halo espectral.
Sin ti me han pasado dentro mil años
Un aullido de silencio
en la noche de tus ojos.
Más ausencia
en tus sueños
Cuídate del que pide
no despiertes la serpiente
que en tu pecho habita, sin ti.
Me iré con tus recuerdos,
sentirás la brisa
sin el velo
tan sin nada.

miércoles, 18 de enero de 2012
viernes, 13 de enero de 2012
¿Lo-cura?
Conversar conmigo frente a un espejo, dentro de la imaginaria voz de un auricular externo, reflejada en el pensamiento sobre el movimiento de mi cuerpo, viendo un grano de arena; converso. Ayer gocé de espasmos de luz en mi memoria, pensando en sombras, formas, arquetipos, sonidos y desequilibrios, capturando imágenes que se pierden sin sentido en el abismo del tiempo, frutos de conversaciones divagadas, in-concretas, volátiles. Emociones: ¿qué más hay? todos gozamos de algo espantoso, de algo verdadero, algo palpable y a veces gozamos de no ir gozando nada. Observando a un chiquillo verme desde el fondo arenoso de la espuma en el mar, yo sólo quiero ser este trozo de tiempo que va, no fue y nunca será. Cuantas veces he esbozado congelar el tiempo, atrapar la idea que va flotando en mis pensamientos; moldearla, masticarla, escupirla.
Al hablar de mí, hablo de ti, hablo de él y de nada. Llevo cargando una maldición antigua, ya deforme, sin textura ni contexto. Las dos caras de la moneda, dos del espejo, dos ojos míos tendidos en el cielo… ventaja y desventaja sobre el universo; siento. Y escucho historias en el halo de mis pesares, sobre duendes grises y estrellas que viven por la muerte, estrellas azules que sollozan viendo la ola obscura en el horizonte.
Al hablar de mí, hablo de ti, hablo de él y de nada. Llevo cargando una maldición antigua, ya deforme, sin textura ni contexto. Las dos caras de la moneda, dos del espejo, dos ojos míos tendidos en el cielo… ventaja y desventaja sobre el universo; siento. Y escucho historias en el halo de mis pesares, sobre duendes grises y estrellas que viven por la muerte, estrellas azules que sollozan viendo la ola obscura en el horizonte.
La adaptación es el arma de dos filos, nos adaptamos tanto al tormento como al deseo de desear, al amor no correspondido, a sufrir, a cantar de la felicidad, nos adaptamos a lo que nos enseñan, lo que nos mastican, adoptamos todas las ideas sin objeciones, andamos por ahí y por allá regurgitando temores ajenos, dentro de sueños que sueñan en blanco.
La música; lo monstruoso. La belleza, lo real. Lo monstruoso, lo real. La imaginación, el lenguaje.
Escribir esbozos es como al pintor una brocha en ratos de lucidez, sólo destellos de... (nada concreto) en la inevitable rueda de la fortuna.
Escribir esbozos es como al pintor una brocha en ratos de lucidez, sólo destellos de... (nada concreto) en la inevitable rueda de la fortuna.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)