Solía llorar, ahora no tiene
tiempo,
Está sentada al filo de la
sombra, contemplando a la luz bailar.
Baila, se evapora en las
sonrisas, en la borrasca de la
noche.
Felina, pirata, viajera, esclava del tiempo.
Recuerda cuando era una
niña y surcaba los mares.
Ahora el profundo temor del
mundo le ha cubierto el
corazón.
Se arrancó las raíces aquél
último día que intentaba
hablarle a Dios,
va meciendo sus pies al ritmo
de una tormenta desconocida,
se dirige a la muerte
se llama a sí misma vida
te sumerge en cada abismo.
Transparente, invisible.
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