miércoles, 14 de diciembre de 2011

Invierno

Hoy la sombra no acaricia más mis danzas de cordura,
sabor antaño, a tierra húmeda.
Ya los arboles gritan; escuchan la mar rugir.
¿Qué será ese silencio que me canta el viento?

Como flor me visto en mis sueños de golondrina
así como flor me siento, clavada al suelo esperando al sol.
Que el dolor que engendro en mis pétalos, mis raíces ya no lloran.
Estoy aquí clavada a la sombra de la luna.

“Mientras las ramas de los árboles se pelean, las raíces se abrazan” 

martes, 6 de diciembre de 2011

Falia

¿Qué será? ¿qué será que cae y toca mis tontos ojos al voltear hacia atrás? En mis manecillas, arrugadas, tristes; hay una joya de cuatro pétalos. Te vi hace unos cuantos ayeres tendido en el cielo... ¿qué será?

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Corres, pregonas, tragas, sacudes, encuentras, bailas, te sumerges y cierras los ojos, vuelas, gritas, te expendes, te quiebras, recuerdas, regresas... sueñas, lloras, gozas, gritas otra vez y das vueltas, subes, sientes, perdonas, juzgas, comienzas, te derrotas, duermes, acaricias, miras, bajas, vas, te detienes, ruegas, te asustas, ríes, disfrutas, te embriagas, olvidas, añoras; tú sigues aquí pegada a mis huesos.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Solamente en las noches


escribiendo
he pedido, he perdido.

en esta noche en este mundo
abrazada a vos,
alegría del naufragio.

he querido sacrificar mis días y mis semanas
en las ceremonias del poema.

he implorado tanto
desde el fondo de los fondos
de mi escritura.

Coger y morir no tienen adjetivos.


A. Pizarnik

Un fruto bajo el sol

Líneas de blanco
mutiladas, amordazadas en mi garganta.
Esas que fueren palabras ebrias de olvido
están sin son tras la ventana

Tocan la puerta otra vez,
si pudiera gritar
no habría animal que se acercara.
¿Cuántas preguntas? ¿Cuántas más?

Cuanto abismo entre sombras y reflejos.
Y el ruido de unos ojos en silencio,
y más ruido de metal valorizado; en mi garganta,
sin son tras el velo del chillido.


¿Quién les ha enseñado a amar?

lunes, 3 de octubre de 2011

Pánico


Estuve dentro de tus sueños sumergida en otros sueños que soñaban con los míos, entonces no necesitaba oídos ni narices para respirar,  no sé si respiraba… estaba perdida en tus sueños soñando con lobos.  Lobos en sueños, ¡que absurdo! L o b o s soñando, ¡LOBOS! Lobos que sueñan con que ante el espejo son humanos, ¿deseos? Que sueños tan amargos.

El laberinto empieza desde algún rincón de mis entrañas, me sale por el ombligo y abraza mi torso cual culebrilla, reptando sobre mis isquiones va y se inyecta en mi columna vertebral,  sube, en un momento me cubro de lluvia de luz y el enigma vestido me susurra al oído. ¿Susurra? El ruido danza y aumenta… me grita palabras que chillan, un chillido repugnante se introduce en mis pensamientos y no hay espacio vacío para el miedo.
Ahora sé, ¡ahora lo veo! no eres tú... no eres tú a quien veo; es la sombra del chiquillo que me ve desde su espejo. Ayer un espacio blanco estalló mi torso en sollozos, sollozos ajenos, chillidos repugnantes envueltos de un papel extraño de muy rara consistencia. Como una capsula de viento subió el ruido por mi tráquea con un insoportable vapor que hinchaba mis ojos, mi piel se desprendió casi por completo y mis huesos torcidos, enredados, maltrechos; me llevaron a un recuerdo. Tuve entonces la sensación de muerte que tanto me toca, dolores no tan fríos, casi bellos; al ver a esa serpiente reptar por mi lengua.




.::Después de cuatro vueltas abrí los ojos...

viernes, 23 de septiembre de 2011

Bailas ave triste

Muerte... ¿ya me miras?
A veces te sonríe y te lo dice al oído entre fríos extraños
¿Vives? sonríes por que ya el dolor se ha difuminado
Aquí existe, tú no estás

Recuerdos que entrecortan mi voz, la detienen como la tristeza te detuvo el aliento
Caminando sobre los huesos que van sobre huesos y asfalto te recuerdo
Asfalto sobre tierra, sobre nada
Gotas de lluvia del río de tus ojos

Odio y temor que se llevaron tu voz
Hablan y toca; transmite, efecto instantáneo y un... eco
¿Buscabas? ¿Qué llega? 
Piel azul, fría, estéril.