Estaba sentada viendo la luz de el día esconderse
Se reflejaba en sus pupilas el atardecer que se iba con sus colores y su magnitud
para que llegara la inmensa noche a opacarlo con su brillo
Estaba ahí sentada sintiendo el ligero golpe de la brisa de el mar que rozaba su rostro con delicada rudeza como acariciándole...
Hacía ver sus cabellos como llamas salvajes
Ahí estaba ella tan sola, acompañada soledad
Tan sólo llena de vida
Sus mejillas sonrojadas, sus ojos de asombro, su mente despejada, limpia, virgen, sus labios de terciopelo dignos de adoración
Ahí estaba ella danzando en la lluvia respirando profundo, y soñando que nada era imposible
Sentía ese impulso que la invitaba a volar a volar lejos, muy lejos
Sentía ese impulso que la invitaba a volar a volar lejos, muy lejos
Estaba escuchando el rugido de el mar, y se sentía capaz de enfrentarlo, cómo si una fuerza interior la arropara, la protegiera
Cómo si no hubiera ningún obstáculo mas allá...
Cómo si hubiese llegado a la cima, y encontrado esa paz
Había armonía por todo el lugar, no sentía ninguna necesidad
No recordaba nada que la hiciera regresar...
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